Nuestra Fiesta de la Cruz (en Santa Cruz de La Palma, la Fiesta, o el Día, es de la Cruz, en singular, y no de las Cruces, como en otra localidades) es sin duda una celebración original y genuina dentro del acervo festivo de Canarias. Sin perjuicio de otra serie de actos que contribuyen a su esplendor, los festejos que conmemoran, además, la fundación de la ciudad (1493) se bastan con el exquisito y majestuoso enrame de las cruces y con el ingenio y la inspiración en la elaboración de "mayos" para configurar una de las fiestas más interesantes y peculiares de las islas.
Hoy, gracias a la dedicación y la iniciativa de doña Marina Duque durante casi dos décadas (entre 1982 y 1999), se ha recuperado plenamente la ingeniosa y ocurrente tradición de los "mayos", probablemente de influencia portuguesa, con antecedentes en nuestra ciudad desde el primer tercio de siglo XIX, y con los que antiguamente se anunciaba donde iba a engalanarse una cruz (téngase en cuenta que los chuscos monigotes se exhibían antes de las cruces, el 1 de mayo). Pero, junto a la explosión de los "mayos", la ciudad ha sabido también mantener, con la finura y el lucimiento preciso, la tradición común a la Fiesta del enrame de las cruces, en este caso, resultado del esfuerzo y el buen hacer de los artesanos cruceros del municipio. Esta costumbre, por cierto, hunde sus raíces en la devoción por el Lignum crucis, incorporada a nuestra ciudad por la antigua cofradía de la Vera Cruz, hermandad de disciplina fundada en el cenobio franciscano en 1558 y que se ocupaba de celebrar el día del hallazgo de la reliquia ("La Invención de la Cruz") cada 3 de mayo.
Efectivamente, la Fiesta de la Cruz (o de las Cruces) no es patrimonio exclusivo de esta ciudad. Las cruces también se enraman y engalanan en Los Realejos, en especial, en la Cruz Santa, Puerto de la Cruz, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna -con cruces de capilla y habitación- o en Teguise incluso, que ha comenzado a recuperarla, y en multitud de localidades de la Península e Hispanoamérica. Es más, los municipios limítrofes (Breña Alta, Breña Baja y Villa de Mazo) la celebran también con igual ornato y parecidos ritos, conformando un espectáculo de singular belleza que se extiende más allá de nuestro término municipal para configurar acaso la fiesta por excelencia de una mancomunidad non nata, la del entorno de la capital de la isla.
Las cruces se adornan con flores, frutos, papel de seda, encajes, telas, joyas..., en diseños más tradicionales o más libres, al gusto de los cruceros. Y los "mayos" (peleles rellenos de guata, muselina o papel de periódico, y adecentados con ropajes auténticos, que escenifican cualquier episodio o personaje de relumbrón) no solo los encontramos en la calle del Tanque (visita obligada), semillero de la tradición, o en la calle Guanil, en torno a la plazoleta del periodista Juan Francisco Pérez (la segunda concentración en número), sino que ya invaden, sin permiso, cualquier rincón de la ciudad, convirtiéndose durante un par de días en los verdaderos vecinos del municipio.
Nunca hubo mucha más actividades (recuerdo las carreras de sortijas, o de sacos, o las competiciones de ajedrez) en las fiestas patronales de la ciudad (en realidad, para Santa Cruz de La Palma sus fiestas "patronales" siempre fueron las de la isla: la Bajada de la Virgen), tampoco prendieron las verbenas típicas o las romerías (aunque yo sigo apostando por ellas, al menos para rentabilizar el traje de mago). Quizás lo que ocurra es que esta Fiesta no necesite de aditamento alguno. Como decía al principio: el buen gusto en el aderezo de las cruces y la gracia de los estrambóticos "mayos" se bastan para colmar la celebración.
Juan José Rodríguez Rodríguez
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Cierto es que las cruces se enraman en más lugares pero los mayos, tal y como los concebimos aquí, son de Santa Cruz de La Palma. Son increibles.
ResponderEliminarQué lujo contar en este blog con la colaboración de Juan José Rodríguez. Como siempre, sus artículos están documentados y tienen una calidad excepcional.
ResponderEliminarFelicidades a la concejalía por esta iniciativa y por haber conseguido colaboraciones tan importantes como las que están apareciendo.
Buenos días.
ResponderEliminarTodos los artículos son buenos, muy buenos. Particularmente me lo parece este en el que comento por lo ameno de su lectura a la vez que coloquial, hablando en primera persona. Fantástico.
Saludos y felicidades por este blog.
Me ha encantado el artículo de J.J. Como siempre, interesante y ameno. Felicidades
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